Barranquilla irradiaba alegría en aquel mes. Sus calles, sus gentes y cada hogar vivían con el regocijo y el entusiasmo propios del pueblo caribe, las pintorescas fiestas decembrinas. Los niños veían pasar el día, que se tornaba especialmente largo, con emoción y ansias para que se hiciera de noche y llegara el momento mágico donde la alegría de sus rostros se iluminaba con los regalos de navidad. Regalos que a muchos les marcaba la vida para siempre.
Esa vez el ‘Niño Dios’ le dejó al lado de la cama al niño Darío “Chelito” De Castro, de cuatro años, un obsequio que le despertaría su amor por la música: una guitarra, unas maracas y una marimba, instrumentos infantiles que serían suficientes para que el muchachito De Castro iniciara una relación estrecha con la creación artística, que lo convertiría más adelante en uno de los más grandes virtuosos de la música del Caribe colombiano.
El niño “Chelito” De Castro nunca se despegó de sus instrumentos y fue llenando su vida de ritmos, sones, merecumbés, salsa y aires folclóricos del Caribe. Su pasión lo hizo un músico polifacético, un artista que no solo canta y arregla sino que se pasea en las notas del piano, la guitarra, el acordeón y el bajo electrónico. Este hijo de Barranquilla se convirtió en un verdadero talento, compartido por celebridades como Julio Iglesias, José Luis Rodríguez, Carlos Vives, Shakira, Rubén Blades, Óscar de León, Checo Acosta, Iván Villazón, entre otros.
La vida musical y personal del maestro “Chelito” De Castro estuvo marcada con su vinculación por 17 años a la agrupación La Verdad, del maestro Joe Arroyo, su amigo y compinche creativo con el que compartió múltiples grabaciones y escenarios alrededor del mundo, difundiendo la música del Caribe. Chelito de Castro recuerda el momento que lo dio a conocer en el piano, en la célebre canción Rebelión de 1986, de la autoría del Joe, a quien considera el mejor músico que ha conocido:
“Entramos a la grabación y el Joe me dijo: ‘si no te funciona toca llamar a Alfredito de la Fe y lo hacemos en violín; suéltalo pues’, y se fue. De los nervios me quité la camisa y me solté en el piano. Como a los 30 segundos de estar sollado, noté que el Joe no regresaba, no hacía señas de parar ni un carajo. Seguí y lo llevé por otra ruta, y ese piano viajó por un minuto y quince segundos. Cuando el Joe volvió, me dijo: ‘Nojoda Chelito, te fajaste’. Esa fue la única toma del famoso solo de piano que lanzó al estrellato a “Chelito” De Castro, una pieza antológica de la salsa colombiana.
“Chelito” De Castro continuó con un trabajo prolífico como creativo, intérprete y productor de varios trabajos discográficos de salsa, cumbia, balada y vallenato. Su vida musical y empresarial está llena de triunfos y grandes satisfacciones, fruto del trabajo y disciplina que se aprecia en cada uno de los proyectos que realiza. “Chelito” goza de un gran prestigio, respeto y admiración de sus amigos y colegas quienes han visto en él la prueba fehaciente de que los talentos bien administrados dan sus buenos frutos.
Nunca deja de hacer música. En la actualidad, y a pesar de los difíciles momentos que conmocionan al país y al mundo, “Chelito” le sigue apostando a trabajar en Colombia. Prueba de ello es la presentación de su último trabajo musical “Sube que sube”, una rica propuesta de su autoría con sonidos afrocaribeños, al estilo del “Joesón”, una completa explosión sonora donde deja de manifiesto su alegría, picardía y sabor caribe, un trabajo que ya está disponible en las diferentes plataformas musicales y redes sociales.
Por su amplia y reconocida trayectoria musical, el pianista barranquillero y maestro “Chelito” De Castro es en esta ocasión nuestro Maestro SAYCO de la Semana, un orgullo del Caribe y la música colombiana.