El canto de los reyes

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Cada cinco años se convoca el Rey de Reyes de la canción inédita. Una buena ocasión para saber en qué se están inspirando los compositores de la vieja guardia y las nuevas generaciones. Sayco tendrá a varios compositores disputando la corona.

Por Uriel Ariza-Urbina

Cuando Armando Zabaleta compuso “No voy a Patillal” solo pensó en cantar un paseo sentido a la prematura muerte de su amigo y compositor patillalero Fredy Molina. Los aplausos y conmoción que desató esta canción, en aquel Festival de la Leyenda Vallenata de 1973, fue la obra de un compositor enraizado en el folclor y su tiempo. Y tenía el secreto de una canción inédita vallenata: perdura con los años y va más allá de los premios y las modas.

Lo mismo sucedió con “Rumores de viejas voces”, de Gustavo Gutiérrez, el primer tema ganador de la canción inédita, en 1968, que en su costumbrismo romántico ya anunciaba la memoria del viejo Valledupar y sus costumbres. Y le sigue una veintena de canciones que se alzaron como las mejores, hasta “Ausencia sentimental”, de Rafael Manjarrez, de 1985, una crónica de la nostalgia por no estar en el gran evento de acordeones.Sin embargo, con el nuevo milenio la composición vallenata empezó a tomar un nuevo rumbo, producto de los cambios de la sociedad y sus valores, el mercado de la industria musical y el relevo generacional de acordeoneros y compositores. Los poetas de la vieja guardia no dejaron de hacer sus cantos y se adaptaron a los tiempos, pero sin perder las raíces del folclor. Aun así, el concurso de la canción inédita del Festival Vallenato fue influenciado por la inevitable evolución de la música, que también trastoca las artes, la política y el pensamiento.

Se confirmaron las profecías líricas de Gustavo Gutiérrez y los lamentos de Santander Durán y Camilo Namén. El alma de los cantos vallenatos se abrió a experiencias muy distintas. Las últimas generaciones no le podían cantar a lo que no habían vivido, ni a ese pueblo del que no supieron nada, y de donde brota la esencia de la composición vallenata. De esta savia solo tienen las historias de abuelos y padres y los cantos del ayer, que siempre serán nuevos en el vallenato. Y no hubo remedio: la canción inédita también cambió.El propósito del concurso de la canción inédita es arrancarle al compositor sus mejores versos del folclor. Atrás quedaron los años en que el compositor escogía su mejor canción del cuaderno o casete de las parrandas y la presentaba al público con pasión. Esta vez, la versión 55 del Festival de la Leyenda Vallenata convocará a varias generaciones de compositores ganadores de años anteriores. Será una buena oportunidad para saber en qué se están inspirando los compositores de ayer y los de hoy, y qué sentimientos desatarán las pasiones del público y el criterio del jurado.

Serán 22 canciones seleccionadas entre un centenar. Quince paseos y siete merengues. Más de diez compositores de distintas generaciones, y socios de Sayco, se harán presentes en esta velada inolvidable. Entre ellos, Juvenal Daza Bermúdez, el compositor más veterano en participar, que regresa con el merengue “La cargabarros”. Iván Ovalle lo hará con el paseo “El verso más lindo del mundo”. Marta Guerra estrenará otro paseo, “Desde mi trinchera”. Gustavo Calderón, con el merengue “La parranda vallenta”; y Rafael Manjarrez no podrá evitar su “Ausencia sentimental”, mientras cante “La voluntad de Dios”.Desde 1968 a la fecha, los compositores le han cantado a todo. El poeta del pueblo y la ciudad les ha cantado a todos los rincones de su alma. A la musa del canto vallenato: Valledupar, el acordeón y la mujer. Se les ha cantado a las costumbres pasadas, al orgullo de ser compositor, al olvido del merengue y la puya, al lamento del indio, a los pobres, a los ciegos…

 ¿Seguirá conservándose la raíz de la composición vallenata, a pesar de los bruscos cambios de los tiempos modernos? ¡Qué secretos guardará esta vez la mejor canción inédita vallenata!